En su temprana juventud Puente recorre varias agrupaciones influenciadas por el Jazz, donde aprende no solo sobre música sino también sobre el comportamiento del medio. Convencido de que su futuro estaba en la música y después de vivir el drama de la guerra tras su paso por la marina de Estados Unidos de América; Tito regresa para estudiar en la academia Julliard School of Music entre 1945 y 1947, esa experiencia le permitió aprender y dominar las habilidades necesarias de conducción, orquestación y teoría, con el ánimo de expandir sus conocimientos. Al final de este ciclo recibe su grado. También amplio su saber en composición y arreglos al cultivar el sistema Schillinger de la mano del profesor Richard Bender, basado en la teoría de conjunto del matemático Joseph Schillinger, utilizado por el fascinante jazzista norteamericano Stan Kenton.
Tito estaba seguro que estudiar era la única vía para convertirse en un músico completo, capaz de abrir las puertas que le permitieran entrar a la pista del pentagrama de la percusión, de la armonía y de la melodía. Y fue gracias a su empeño y a las intenciones comerciales de Tommy Morton, un empresario quien era el propietario de un salón de baile que se convertiría en uno de los sitos de mayor contribución para el auge y popularización de la música latina, el legendario Palladium Ballroom, que Puente comienza a brillar en la escena musical de la época, iniciando con su éxito Picadillo, tema que por situaciones del destino sirvió para bautizar al grupo con el que inicio en el Palladium Los Picadilly Boys
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